 La vista es, sin duda, el primer sentido implicado en la cata. Las sensaciones visuales se refieren principalmente a: - la limpidez o transparencia (brillantez, enturbamiento) - el color (su intensidad y su matiz o tonalidad) La apariencia externa del vino facilita además otras informaciones, tales como: - fluidez - desprendimiento de gas carbónico - fenómenos de capilaridad sobre las paredes de la copa - etc.
La limpidez
El vino nace turbio, llevando residuos de tejidos de uvas y elementos extraños resultantes de las reacciones internas de floculación, cristalización y restos de microorganismos. Con el tiempo, y por simple suspensión, los vinos van limpiándose, pero jamás se hacen brillantes del todo.
El examen se realiza poniendo la copa delante de una fuente de luz blanca, o sobre un fondo blanco.
La limpidez de un vino se define, por tanto, como la ausencia de enturbiamiento.
Adjetivos calificativos para definir la Limpidez
Brillante Límpido Transparente Cenagoso Turbio Velado Opalescente Opaco Apagado Brillante Deslustrado Nuboso Quebrado Plomizo Mate Revuelto Lechoso Manchado
Hay que distinguir entre enturbiamiento, palabra que se aplica a la totalidad de las partículas en suspensión , y la turbidez, que es el fenómeno óptico provocado por la presencia de esas partículas, mas concretamente por el efecto de difusión de la luz. La mayoría de las precipitaciones en el vino son materia colorante que el vino va perdiendo con los años(posos) y las sales (cristales) llamadas tartratos y bitartratos. Para eliminar estas precipitaciones, que en ningún momento indica deterioro del vino se debe de proceder a la técnica de la DECANTACIÓN.
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